Capitulo 35.
¿Aceptamos?
13 de Febrero.- 9 hrs.
Había tenido un mal sueño esa noche. Soñó que veía a Peter besándose con Dolores, y estaba vez ella interrumpía la cena, pero Pedro le decía que ya no la amaba más y que todo su romance de vacaciones se reducía en el Campamento.
Mariana amaneció llorando pero no estaba por dar tregua a lo que había provocado Dolores.
Al otro día, se fue a desayunar temprano. Vio su cara en la bandeja, tenía unas espantosas ojeras. La noche anterior no solo había soñado sino que su mente había maquinado millones de pensamientos de que entre poco tenía que separarse de Peter sin otro remedio. Sitió su corazón palpitar rápidamente y una opresión en su pecho, pero no se iba a permitir llorarlo, después del día de San Valentín hablaría con su novio respecto a ese tema.
- Buen día Darling,- le saludó una voz chillona.
- Buen día hueca.- saludó Mariana dándose vuelta hacia ella.
- Oh Darling, tenes unas feroces ojeras ¿Será que dormiste mal a noche después de lo que te dije?- Mariana se dio cuenta que fue a propósito.- No quise hacerlo, pero no te preocupes yo soy de Buenos Aires, yo consolaré a Peter.-
Mariana sentía mucho dolor para contestarle y seguir peleando. Recurrió a rebajarla y desvió su camino para buscar un lugar en donde sentarse. Vio a su amiga Eugenia a lo lejos que la llamaba, sonrió y fue hacia ella.
- Amiga te compadezco.- dijo Eugenia y Mariana sabía a lo que se refería.- ¿No te hizo nada esa bruja?- preguntó al ver el estado cansado de Mariana.
- Después necesito ronda de amigas.- anunció mirando a todas las de la mesa. Kika se había unido al grupo.
- Por supuesto.- dijo Candela y la abrazó.
- ¿Ronda de amigas?- preguntó extrañada Kika.
- Si, nos acostamos en ronda cuando queremos de hablar de nuestro problemas, generalmente es más mal de amores.- respondió Eugenia con una sonrisa.- ¿Te nos unís?- la invitó.
- Claro.- aceptó Kika con una sonrisa sincera.
Lali se sentó al lado de Eugenia y comió en silencio el desayuno. Las otras lo notaron pero no quisieron decir nada para que ella tenga tiempo de reflexionar.
Por su parte Mariana agradecía la actitud de sus amigas, pero sabía que el único que podía hacerla realmente feliz era Pedro.
Como cosa del destino sintió unas manos posarse atrás suyo y una voz susurrarle en su oído que la amaba. Se dio media vuelta y vio a Peter con una sonrisa en su cara. Mariana estiró sus brazos y, poco tiempo después ella estaba rodeándolo por los hombros y sentada arriba suyo. Se prendía por el como así pudiese evitar que se separen y tenía ganas de llorar, pero se las aguantó.
- Mi amor cuando te dije que seas cariñosa no es para que exageres.- dijo Pedro sobre su oído. Ella lo miro a los ojos pardos que tenía, esos hermosos ojos pardos y como le gustaba se perdió en su mirada. Lali asintió y Peter la estrechó mas contra su pecho.- Pero igual no te voy a admitir que me encanta.- agregó su típica sonrisa canchera y Mariana lo beso en la boca con mucho amor.
- Te…
- Chicos ¿Pensaron en la idea que le propusimos?- preguntó Nicolás interrumpiendo la escena.
- Algo…- dudó Peter.
- Bueno por favor háblenlo y vengan ahora a decirnos su respuesta porque hoy es el último día.- dijo Nicolás y le guiño un ojo a Peter.- sigan con lo suyo ¿o no campeón?- agregó golpeándolo en la espalda.
- Así es capitán.- Mariana miró irse a Nicolás y miró a Peter.- Te amo, ¿Cómo era ese beso que nos estamos dando?- preguntó con su sonrisa al costado y junto devuelta sus labios con los de ella.
Pileta 14 hrs.
Ese biquini azul le quedaba muy bien. Era armada así que le resaltaba y juntaba los pechos y quedaba perfecta con su color de piel y su pequeño cuerpo de modelo. Si habría sido mas alta podría haberse dedicado a la carrera y haber triunfado. También llevaba el pelo suelto y unos anteojos de solo que la dejaban mucho más diosa.
Peter la miró de arriba a bajo, y sintió su sexo erecto, trató de dejar de pensar en ello y caminó hacia ella. La alzó y se tiró a la pileta. A diferencia de la última vez que había hecho eso, ella se rió y lo beso apasionadamente.
Su cambio era notable, pero Peter notaba en su mirada algo raro desde esa mañana. No radia alegría tampoco tristeza, sino infelicidad. Algo contra lo que luchaba y la ataba a no poder ser ella naturalmente.
Peter la abrazó, no quería que nada ni nadie la lastime, tenía ese instinto de protegerla y hacer desaparecer todo dolor de su corazón. La amaba con toda su alma y quería solamente lo mejor para ella, hasta podía sacrificar su propia felicidad por la de ella. Por eso sabía que lo que sentía era amor.
Volvió a besar sus labios con pasión y haciendo realidad sus sueños sexuales la beso bajo el agua y Mariana no se quejaba, hasta incluso la acaricio y ella solo sonreía.
La miro, estaba rara y a su vez le gustaba, pero no podía aprovechar de la situación. Alzada como un bebé le saco del agua, la recostó en una silleta y la tapo con una toalla, para luego tirarse al lado de ella y abrazarla desde la cintura.
- ¿A vos te pasa algo?- preguntó acurrucándola mas contra el.
- No se de que hablas Peter.- dijo Mariana evitando su mirada.
- No te cierres, yo te amo, vos sabes que podes contar conmigo.-dijo Peter y le levanto el mentón para que lo mire a los ojos.- Te amo.- volvió a repetirle y beso sus labios.
- Peter… ¿vos opinas que da hacer la obra?- desvió el tema.
- No me cambies de tema, contesta a mi pregunta.- dijo Peter mirándola fijamente a los ojos.
- Peter… si queres saber me pasa algo pero… no tengo ganas de hablarlo ahora, después hablémoslo, yo te voy a sacar el tema… por favor.- dijo mirándolo suplicante y recurriendo a hacer el puchero que sabía que lo mataba.
- Esta bien.- Suspiro cansado.- Respecto a la obra, yo creo que tendríamos que aceptar.- opinó Pedro acariciando la panza de Lali.
- Yo no estoy segura, a veces la obras son medias… cursis.-comentó Mariana.
- Puede ser… pero por eso quiero actuar con vos.- dijo Pedro llevando su mano a las piernas.
- ¿Por qué?- preguntó ella sin entender.
- Porque quiero que todo el mundo sepa cuanto te amo, porque quiero que nos metamos en la piel de los personajes y que desde ahí nuestro amor sea el mismo en otras personalidades, porque quiero besarte delante de todos.- contestó Peter deslizando sus manos por el costado de su cuerpo.- Y aparte… nunca actué y tengo ganas de hacerlo.- agregó con una sonrisa canchera.
- Así que todo lo otro era un chamullo.- dijo Mariana y se echó a reír.- Chamullero descontrolado.- Peter se le unió en la risa.- Esta bien como quieras.- agregó y lo beso en la nariz.
- Entonces… ¿le decimos que sí?-
- Por supuesto.-
Comedor- 15.30 hrs.
Agarrados de la mano ingresaron al gran comedor del hotel. Fueron directo a donde estaba Cielo hablando con su marido. Estaban hablando sobre que ese hotel sería un lindo lugar para la boda, y los chicos no querían interrumpir porque era una conversación importante.
Se sentaron a la barra a esperar que terminaran de hablar. Se pidieron unos licuados para tomar.
- Sería lindo ¿no?- preguntó Peter tomando su licuado.
- ¿Qué cosa?- preguntó sin entender Mariana.
- Estar así como están Cielo y Nico ahora.- contestó Peter hablando seductoramente.
- ¿Estar organizando su casamiento?- preguntó Mariana.
- No, el suyo… nuestro casamiento.- contestó Peter.
- Peter falta mucho para eso.- dijo Mariana mirándolo a los ojos. Tenía que reconocer que ganas no le faltaban.- Aparte sos mi primer novio y todavía queda mucho por vivir, veremos con el tiempo.- trató de excusarse Mariana.
- Eso decíamos nosotros.- dijo Nicolás interrumpiendo la escena.- ¿Lo pensaron?- Mariana estaba por contestar pero Nicolás siguió hablando.- Vengan conmigo, vamos a hablarlo en un lugar mas privado.-
Mariana y Pedro siguieron a Nicolás y a Cielo. Lali pensó que Nicolás a veces parecía un investigador o algo por el estilo porque cuando tenían que hablar de algo serio siempre recurría a “hablar en privado”, también por su forma de vestir siempre tan elegante y con sus anteojos de sol, y su forma de caminar. Mariana también había escuchado conversaciones raras que tenía y que el sabía defensa personal.
Cielo se despidió de Nicolás con un beso porque tenía que ir a controlar a los alumnos y desapareció por el gran pasillo que se extendía adelante suyo. Nicolás los hizo pasar a un escritorio. ¡Hasta en un hotel tenía un escritorio! Si que era raro.
- Chicos díganme ¿Qué decidieron?- preguntó Nicolás serio.
- Decidimos que sí.- contestó Mariana con una sonrisa.
- Y… ¿Por qué- interrogó sacándose los anteojos de sol.
- Por que… queremos…
- Actuar juntos, creemos que sería linda la experiencia para crecer como pareja y aparte, es algo que a ella le gusta y yo tengo curiosidad por ese mundo.- contestó con naturalidad Pedro. Mariana lo miró, siempre sabía que decir.- ¿Cuándo comenzamos con los ensayos?-
- Así que están con todo.- opinó Nicolás.- Hoy mismo, después de comer Cielo los va a buscar para el ensayo.-
- ¿Y de que se trata la historia?- preguntó Mariana tratando de participar en la conversación.-
- En el ensayo se les va a decir y el libreto se los va a dar allá.- dijo por último Nicolás levantándose de su silla y acercándose a la puerta.- Y ahora chicos, váyanse y descansen un poco para empezar a practicar.-
- Muchas gracias Nicolás por la oportunidad.-dijo Pedro apretando su mano despidiéndose.
- De nada, ustedes tiene algo especial, por eso los elegimos, creo que de cierto modo nos hacen acordar a mí y a Cielo cuando empezamos con nuestra historia de amor.- dijo Nicolás sonriendo por primera vez en la conversación y cerró la puerta a los chicos cuando salieron del escritorio.
Comedor 21 hrs.
Peter miró por arriba de la mesa a Mariana. Estaba como ida, no hablaba y comía muy lento, algo que no era habitual en ella. ¿Qué le estaría pasando por su cabeza? Se preguntó, a veces tenía las ganas de poder leer su mente. Era algo habitual en él preocuparse por la gente que quería, pero todo lo que le pasaba a Mariana y el veía sufrir no se preocupaba, sino que el sentía como suyo. Ella era suya así que una parte de ella estaba conectada con sus sentimientos.
Volvió a mirarla y esta vez ella levanto la vista y sus miradas se cruzaron. Pudo leer en su expresión con ganas de decírselo lo que le pasaba pero tenía miedo.
Era impresionante con el poco tiempo que se conocían poder saber tanto de ella, conocerla como si habrían sido amigos desde que nacieron. Vio que se le caía una lágrima y se daba vuelta por limpiarla
Sin poder aguantar más, Peter se levantó de la mesa, y bruscamente la agarró del brazo y se la llevo a un lugar apartado para poder hablar.
- Mariana ¿Qué te pasa?- preguntó Peter abrazándola. Escuchó los sollozos de su novia sobre su pecho.- Decime, por favor, vos sabes lo que yo sufro por vos cuando estas así.- Notó como ella trataba de hablar pero las palabras no le salían.- Esta bien mi amor, tranquilízate, después decimelo.- pero antes de que puedo llegar ese momento Cielo apareció delante de ellos.
- Chicos vamos a ensayar, síngame.- ordenó Cielo autoritaria pero con su dulce voz.- ¿Algo le pasa a Lali?- preguntó preocupada al notar la extraña pose que tenían.
Mariana se prendió fuerte de Peter y logró comprender lo que quería.- No, solo que se lastimo fuerte.- mintió Peter con una sonrisa canchera y como siempre le funciono.
Cielo asintió y cuando estaban empezando a caminar Mariana se soltó de Peter y se limpió las lágrimas. Peter la miró con angustia, como desearía poder hacer algo por terminar con su sufrimiento.
Llegaron a un pequeño teatro que tenía el hotel. Los chicos se quedaron mirando el lugar impresionados. Era antiguo y la fachada del lugar era muy distinta a la del hotel.
Cielo les hizo una seña para que vayan hacia ella y los dos tomados de la mano obedecieron. Ella le paso unos libretos a cada uno y les hizo sentar en el suelo con pose india.
- Antes de contarles lo que se trata esta historia, vamos a practicar una escena.- dijo Cielo agarrando un libreto para ella.- Vayan a la tercer página.-los chicos obedecieron.- Parense y empiecen actuar la escena…10.- ordenó Cielo. s chicos se pararon y miraron sus libretos y después a ellos pero no dijeron nada.- ¿Qué pasa? Comiencen.-
- Mar, no te vayas por favor, quédate.- dijo Pedro en voz potente mirándola a los ojos.
- No… Thiago, si me quedo acá podría poner mi vida en… me tengo que ir.-dijo Mariana y se dio media vuelta como decía el libreto.
- No… esperen… improvisen una escena, de… Peter vos tenes que convencerla de que la amas y vos te niegas, y hasta que el no te de razones coherentes, no le crees, bien… uno… dos… tres ¡Empiecen!-ordenó Cielo con una sonrisa.
Mariana salió a correr y quiso bajar por la escalinata pero antes de poder tocar un pie Pedro la hizo girar hacia él y la agarró fuertemente de la cintura.
- Mar… no te vayas ¿yo... te amo?-
- No te creo, entonces ¿Qué es lo que acabo de ver?-
- Es una confusión… te juro que no es…
- ¿lo que pienso? ¿sabes lo que parece ahora esto? Las películas… pero esta es la vida real, y no hay pensamiento lateral como se ve a través de la pantalla.- Mariana tironeó pero no pudo soltarse.
- No te voy a soltar, no te iras, te amo y eso es lo que tenes que confiar, ella es la que me beso como siempre lo hace, ¿a caso a vos no te beso Gastón?-
- ¿Cómo… como lo sabes?-
- Porque lo se…y esto es lo mismo, pero vos me amas y yo confió en vos.-
- Yo te amo, pero no confió en vos.-
- Y entonces ¿es por algo que te hice, tenes pruebas concretas?-
- No.-
- ¿Y?
- Esta bien, te creo Peter.- dijo con un suspiro Mariana y se besaron.
Un aplauso se escuchó del otro lado de la sala. Cielo estaba enfrente suyo, y gritando de la emoción. Los agarro de las manos y le explicó de lo que se trataba la obra.
La obra se llamaba “Casi Ángeles” y consistía de 20 escenas. Era corta y entretenida. Se trataba de dos chicos que se conocen en unas extrañas circunstancias y ella era pobre y el rico. El padre de él la adopta y ahí pasan a hacer hermanastros, pero el notaba algo raro en ella, a medida que se conocían se enamoraran mas, cuando el descubre ese raro en ella le pide perdón y le convence que pueden estar juntos. Ella lo descubre en una situación preparada y terminan separándose para siempre.
Empezaron a ensayar inseguros, hablando despacio y equivocándose pero terminaron la primera escena cantando y con un beso. Cielo les dijo que tenían que ensayar mucho pero con el tiempo lograrían mejorar. Lo raro era que quedaba solo una semana para que la obra se estrene.
jueves, 10 de diciembre de 2009
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