Capitulo 19
Relación.
8.15 hrs.- Cabaña Nº 5
El tiempo pasaba lento. Pedro y Mariana se seguían besando. Con cada roce, cada beso y caricia se hacían más adictos al otro.
Pedro estaba arriba de Mariana y se besaban con pasión, pero el aire se les acababa. Tomaban un poco y volvía a unirse haciendo que el hábito de respirar se haga molesto. Pedro empezó a acariciar la panza de Mariana pero encima de la remera, Lali le acariciaba el pelo y seguía el beso como podía.
En momento Mariana no aguantaba más el peso de Pedro y tampoco no respirar, así que lo aparto. Pedro la miro confundido mientras ella se paraba.
- ¿te arrepentís?- pregunto Pedro. Mariana noto un tono de decepción y angustia.
- ¿Cómo me voy a arrepentir? Si sos la persona más hermosa y dulce que conocí en mi vida.- Pedro sonrió satisfecho y quiso seguir con el beso, pero Mariana lo aparto.- Solo creo… que vamos muy rápido.- agregó y le dio un corto beso en los labios como de consuelo.
- Pero… vos ¿terminaste lo tuyo con Gastón?- preguntó Peter que se había quedado con la duda.
- Si, y sabe que yo quiero algo con vos pero…- dijo Mariana cayendo en la cuenta.- A pesar de decirme Te amo, se lo tomo bastante bien que lo haya dejado.- agrego un poco decepcionada.
- Y ¿Qué querías vos? ¿Qué se largué a llorar?- preguntó el con decepción.
- No, no nada de eso, solo que me resulto... raro, si me ama se lo habría tomado de otra forma.- contesto y le acaricio el pelo.- Pero eso ya no importa, lo importante que vos y yo estamos bien.- dijo dándole un pico.
- No hay mejor verdad.-opinó Pedro y se fundieron en un nuevo beso.
Martes 5 de Enero- 10 hrs.- Cabaña Nº 5
El agua caía en su cuerpo y ella disfrutaba cada gota como disfrutaba el comienzo de ese año junto con Peter. ¿Quién diría que un chico la haga tan feliz? Las únicas enteradas eran sus amigas, pero nadie de su familia sabía.
¿Y que les iba a decir? Si solo “andaban”.
Mariana cerró la canilla y se envolvió la toalla debajo de sus hombros. Se hizo una cola alta y salió del baño. Justo pasaba Peter que venía de desayunar. Ella no había ido porque había estado muy cansada y quería dormir más rato.
- Peter... Buen día.- saludó Mariana con una sonrisa. Pedro se giro y la vio en toalla.- Hay disculpa... me olvide que estaba así.- dijo y se dio media vuelta pero Peter la agarro del brazo y la hizo girar hacia el.
- Buen día linda.- saludó con un pico-saludo.- No te preocupes, este conjunto te queda muy bien.- dijo mirándola de arriba abajo atrevidamente y sonriendo al costado.
- No nos empecemos a zarpar.- dijo algo molesta, pero antes de que pueda irse Pedro la tomo por la cintura.- ¡Soltame!- gritó furiosa.
- Tranquila, solo era una broma.- aclaró antes de que ella se haga mas problema del que debería.- Todo te queda bien.- agregó dándole un corto beso en los labios. Mariana odiaba el efecto que tenía el sobre ella pero era inevitable.
- Sabes que no me gustan esas bromas.- dijo en forma de reproche e hizo puchero. Pedro le volvió a sonreír de costado y la agarro de la nuca y pego sus labios con los de ella.
- Y vos sabes que tu puchero me mata.- dijo tiernamente mientras besaba su mejilla.- Dale anda a cambiarte porque tengo ganas de seguir besándote y así no puedo.- sentenció y le dio un pico más.- Una cosa, ¿este finde queres ir conmigo a unas cabañas cerca de acá?-
- Le pregunto a mi mamá y te contesto.- respondió y se metió al baño.
Cabaña Nº 6- 6 de Enero- 00 hrs.
Esa noche Mariana se quedo junto a Eugenia a dormir en la cabaña de Candela. Era el mismo tipo de cabaña pero un poco más chica porque la compartían menos personas.
Lali se encontraba durmiendo al lado de Candela y todas se contaban sus historias amorosas. Candela venía teniendo mucha onda con Agustín y parecía que estaban por arreglarse.
- Si chicas miren lo que me dijo…
… Estábamos atrás de mi cabaña y el empezó a hablar de su mamá y de los problemas que tenia con ella, les contaría pero es top secret.
Yo solo escuchaba y asentía, cuando termino yo le aconseje que se busque un psicólogo porque hay que decirlo el chico is so crazy, y le di el número de mi prima Sol que vive en Buenos Aires.
El me lo agradeció y mientras hablaba de otras cosas se acercaba cada vez más a mí, yo no hice el efecto de retrase y le seguí el juego, llegamos a estar tan cerca que sentía su respiración puso sus manos en la cintura. Y…
- ¿Y?- preguntaron Lali y Euge al unísono.
Me volvió a decir gracias y se alejo…
- ¿Eso fue todo?- preguntó Eugenia desilusionada.
- ¿Si fue todo? El chico me tiro la re onda, esta muerto conmigo…- fanfarroneo Candela.
- Si como digas, ¿Y lo tuyo con mi hermano?- interrogó Mariana un poco celosa.
- Re bien que se yo, estamos de novios…
- ¡¿Qué?!- preguntaron Candela y Lali al mismo tiempo.
- No se los dije.- contesto Eugenia rascándose la nuca.- Se me paso, si estamos de novios hace una semana, tu hermano es muy tierno pero vamos a ver cuanto duramos porque es medio raro la cosa.- Mariana quiso seguir preguntando pero Eugenia se le adelanto.- ¿Y lo tuyo con Pedrin?-
- Bien, andamos.- contesto con una sonrisa.- Me invito a pasar el finde en unas cabañas junto a él.
- ¿Y vas a ir?- preguntó Candela y soltó un grito.
- No se, yo tengo unas ganas pero no se si da.- opinó Mariana un poco desilusionada.- Tipo re bien con el, parecemos novios pero no lo somos y es muy rápido para mi, y no se si mi mama me esta por dejar.- agregó y bajo la cabeza.
- Y decile que es una excursión para pocos.- sugirió Eugenia.- Y de tu hermano yo me ocupo para que te cubra.- agregó y se le dibujo una sonrisa. Mariana grito de la emoción y se fue a abrazarla por la gran idea de su amiga.
8 de Enero.- 12 hrs.- Cabaña Sol
Las cabañas Sol quedaban a 15 kilómetros mas arriba que el Campamento Mandalay. Mariana y Pedro habían viajado durante la noche en ómnibus porque se fueron primero a Río Gallegos a buscar el permiso de la mama de Lali.
Mariana bajo del taxi y se encontró con una impresionante infraestructura. Entro. La recepción estaba hecha solo de madera y la decoración era rustica. Mariana sonrió y se abrazo fuerte a Peter por la emoción.
- Gracias por traerme acá.- agradeció y beso la mejilla del chico.
- De nada preciosa.- y abrazo a Mariana de la cintura.- Yo hago lo que sea por mi chica.- agregó y beso fugazmente en los labios.
- ¿Tu chica?- preguntó confusa Mariana.
- Si vas a ver, vas a hacer mía.- dijo Pedro con una sonrisa al costado y Mariana suspiro porque sabía que eso iba a hacer verdad.
Capitulo 20.
El día que tanto espere.
Las Cabañas del Sol eran muy lindas. Eran parecidas a las del Campamento pero mas amplias.
Les dieron la Cabaña Nº 1 que había sido desalojada ese mismo día un poco mas temprano de que llegasen.
Mariana corrió emocionada adentro y se tiro en su cama. Pedro entro y apoyo las valijas al lado de la suya. Le sonrió al verla tan contenta y se acostó al lado de ella.
- Me alegra de que te guste.- dijo Pedro y la beso en la mejilla- ¿qué tenes ganas de hacer?-
- Dormir.- contesto riendo y agarro una almohada para apoyar su cabeza.- Vos anda a dormir a tu cama.- ordeno con una sonrisa.
- ¿Por?- interrogo Pedro confuso.
- Por que no somos ni siquiera novios para estar durmiendo en la misma cama.- respondió con una sonrisa irónica y se dio media vuelta para dormir.
Pedro se quedo confuso pero entendió la indirecta. Se levanto y se acostó en su cama.
Durmieron bastantes horas, cuando Pedro se volvió a levantar se le hizo una tontería lo que le había dicho Mariana y se cambio de cama y le paso la mano por la cintura para seguir durmiendo.
Mariana se levantó y vio su reloj, eran las ocho de la noche, se habían perdido todo el día. Sintió una mano que le apretujaba más contra un superficie plana y se dio cuenta que era Peter. En primer lugar, le dio mucha ternura pero recordó lo que le había dicho y se lleno de furia. Saco su mano con fuerza y lo empujo tan fuerte que lo levanto.
Peter salto por el susto y cayo al suelo sin entender nada.
- Eso te pasa por aprovechador.- dijo enojada frunciendo el ceño.
- Yo no me aproveche de vos, solo te abrace.- dijo como la cosa mas natural del mundo.
- Eso crees vos, pero no me gusto que yo te ponga limites y vos los pases, al final volvimos a la misma situación de cuando empezábamos a histeriquear.- se quejo y se levanto de la cama.
- No, es diferente.- opinó Pedro levantándose del suelo.- Yo al principio solo quería divertirme ahora solo quiero estar con vos todo el día y amarte.- dijo y se apresuro para agarrarla fuerte de la cintura.
- No.- dijo Mariana enojándose. Trato de soltarse pero no podía, Pedro la abrazaba en forma decidida.- Vos sos solo un chico que quiero una aventura, jamás pensaste en mi de otra forma.- agregó y trato de soltarse pero era inútil.
- Sabes que es mentira lo que decís- dijo Pedro y la beso antes de que ella pueda contestar.
Mariana se vio obligada a seguirlo, no porque el lo hiciera sino que su mente cuando el la besaba se quedaba muda y solo era capaz de hacer caso a sus sentimientos.
Pedro la beso de forma lenta y cada vez apresuraba un poco el ritmo pero trataba de transmitir el amor que sentía hacia ella, porque el sabía que el amor es reciproco y generoso, y es lindo cuando se lo comparte.
Después de un tiempo Pedro tomo aire y Mariana antes de que el pueda volver a besarla lo empujo y pudo soltarse.
- Sabes si queres creer eso, créelo, pero te invito a venir conmigo a las diez a almorzar, nos vemos entonces.- dijo Pedro y se dirigió a la puerta.- Vos ponte linda.- ordenó y desapareció.
Mariana se vio parada sola en la habitación. Volvió a mirar el reloj y eran a penas las ocho y cuarto, faltaban una hora y cuarenta y cinco minutos para arreglarse y para una chica como ella era suficiente.
Se baño, se seco y plancho el pelo. Se puso un ligero vestido de gamuza color bordo y se puso unas sandalias gladiadoras en el pie, se hizo un rodete y se dejo caer su flequillo al costado y se pinto natural. Era una chica linda ya de por si.
En la puerta toco y vio a Pedro vestido de traje. Tan hermoso, con su típica sonrisa al costado y esa mirada penetrante. Mariana se quedo sin habla y de la mano de Peter se vio guiada hacia el comedor. Era una fiesta importante del hotel, mucha gente de alta sociedad de toda la provincia de Santa Cruz estaba ahí y entre ellos metidos esos dos adolescentes enamorados.
Se sentaron una mesa solos y empezaron a hablar de la sorpresa. Pedro le explico que cada año a su papa lo invitaban a esta celebración y como no le gustaba las fiestas se las regalo para que lleve a alguien. Mariana sonrió complacida al darse cuenta de que ella era la elegida.
Comieron como reyes mientras reían de los chistes y esa noche se conocieron más. Hablaron de sus familias, las locuras que habían hecho de chico y profundizaron un poco mas en el amor.
Pedro invitó a bailar a Mariana tango y se llevaron los premios de esa noche. La pasión que transmitían era inigualable y el jurado no había dudado ni un instante.
Por ultimo, Pedro llevo a Mar a la terraza. El paisaje enfrente suyo era hermoso, a pesar de estar en verano las montañas tenían nieve y el cielo estaba oscuro y el lago Nahuel Huapi enfrente suyo reflejaba la luna y el sol.
Pedro abrazo a Mariana por la cintura, y en el oído le dijo.
- ¿Queres ser mi novia?- Mariana se dio vuelta a mirarlo con ojos brillosos.
- Si.- contesto segura y se acercaron a darse el primer beso de novios oficiales.
viernes, 2 de octubre de 2009
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