Capitul 18

Capitulo 18
Te amo.

Campamento Mandalay 7.00 hrs.
Se vio en esa situación tan tensa para ella. Dos chicos confesándoles que la amaban, dos chicos que habían marcado su vida de diferentes maneras pero todas relacionadas al amor y principalmente en aquel verano.
Gastón había sido el chico mayor que ella, que desde chica lo consideraba su amor platónico. Pedro, un chico que había conocido hace un mes, pero en tan poco tiempo surgió un amor tan fuerte, que podía llamarse el primer amor real que tenía.
Estaba claro: quería a Pedro.
Miro a los dos chicos. Callados, expectantes y mirándola fijamente. La mirada de Gastón mostraba confusión, desorientación; la de Pedro incertidumbre, duda. Y claro, la acababan de confesar su amor, y ella solo podía mantenerse callada. Se levanto “Peter no tenias que meterte, déjame sola con Gastón” y no fue una sugerencia fue una orden. Pedro frunció el ceño, bajo la cabeza y se dio media vuelta para macharse.
“Lamento que tenías que averiguarlo así, pero no se que nombre tiene nuestra relación, pero sea lo que sea quiero terminarla” dijo cortante Mariana. Gastón le robo un último beso y agrego: “Pensaba formalizarla, pero eres una adolescentes y todavía no estas lista para mantener una relación con alguien más grande que vos, suerte con Peter” dijo sin pena, y se levanto para irse.


Parque 7.30 hrs.
Alegría experimentaban en sus cuerpos. Esa sensación de amor y de no querer que el tiempo pase era lo que experimentaban dos rubios en su noviazgo.
Tacho se encontraba sentado sobre una roca y Eugenia arriba suyo, los dos besándose. Sus bocas parecían sincronizarse y corresponderse con fervor, pasión y principalmente amor.
¿Quién diría? El chico mujeriego y amargado terminaría con la chica impulsiva y apasionada. Parecía que esa rubia amiga de su hermana le había arrojado un hechizo, pues su corazón con su sola presencia hacía que pareciera que se le estaba por salir.
Eugenia, por su parte, nunca creyó que antes de cumplir los veinte años, cuando los chicos son maduros, viviría ese sentimiento tan hermoso. Tacho no solo era un amor de verano, era el chico con quien siempre había soñado.
Tacho bajo su mano por el costado del cuerpo de su novia, sintiendo las curvas bien dibujadas de esa mujer de extraordinaria belleza. Parecía un ángel.
Se tuvieron que separar y una sonrisa describía como se sentían.
- Te amo.- dijeron los dos al unísono y volvieron a besarse.

Cabaña 8 hrs.

Todo había terminado. Podía comenzar una relación con Peter al fin. Sin interrupciones.
Lo estaba buscando hace media hora para comunicarle pero no lo encontraba. Decidió ir a buscarlo a la cabaña. Corrió. No veía la hora de poder estar en sus brazos y besarlo.
Como se lo imaginaba lo encontró durmiendo. Se tiro arriba suyo y le empezó a dar besos en la espalda.
- Arriba que no es hora de dormir grandulon.- dijo despertándolo. Se levanto de arriba suyo y cuando el se dio vuelta boca arriba se tiro devuelta.- Dale que tengo buenas noticias.
Pedro estiro sus manos y se fregó los ojos. Cuando los abrió vio la dulce cara de Mariana que le sonreía. Como si eso fuera contagioso, el también lo hizo, y le sonrió.
- Ah si, como me echaste quise venir a dormir.- confesó riendo.- No quise interrumpir pero como veía que tardabas y no sabía si te ibas a animar, decidí a intervenir antes que el confiese algo que iba a poner mas difícil las cosas.- siguió diciendo mientras sus manos envolvían el pequeño cuerpo de Mariana.
- Pero a pesar de eso, ¿es verdad no?- tembló al decirlo pero ella necesitaba saber si eso era verdad.- Lo de que me amas, ¿o solo fue cosa del momento?- pregunto y oculto la cara en el hueco entre el cuello de Peter y la cara de él.
- No te avergüences de preguntar eso.- contestó levantándose y obligándola a ella también a hacerlo. Mariana se sentó en forma india en la cama y el la agarro de la barbilla y la miro directo a los ojos.- Es le verdad mas verdad del mundo.- agrego haciéndole reír a Lali. Acarició su mejilla y prosiguió.- Te amo.- Mariana no pudo mas y se tiro a besarlo.
Pedro ante la sorpresa pero alegría, decidió corresponder el beso. Le habría gustado que ella le haya contestado con un “yo también”, pero con eso le bastaba. Envolvió sus brazos por la cintura de ella y se aproximo más. Mariana lo besaba apasionadamente y el le correspondía de una manera mas lenta y dulce.
Estuvieron besándose durante mucho tiempo más, pero su cuerpo les exigía respirar.
- Te amo.- volvió a decirle Peter y eso quedo sellado con otro beso más.