Capitulo 8.
Enojo.
18 de Dic.- Cena 21 hrs.
- Hace como dos días enteros Mariana no me habla.- contaba Pedro a sus amigos mientras pagaban su comida.
- Pero… ¿Por qué?- preguntó Agustín llendo a buscar una mesa en el amplio comedor.
- No se, veníamos histeriqueando, hasta me dejaba robarle picos, pero el otro día me dijo que no sabia hasta que punto llegar.- contó Pedro sentándose en una mesa de la izquierda.
- Ahí esta tu respuesta.- dijo Simón uniéndose a la conversación.- Mariana parece que le gusta histeriquear pero hasta un punto, y ella sintió que vos te pasaste.- explicó y luego, comió un pedazo de su ensalada.
- Pero la mina parecía que venía re regalada.- se quejo Peter.
- Como dice el dicho “Las apariencias engañan”.- dijo Simón.- ¿Qué es lo que no entendes? Mariana no es regalada, histeriquea hasta un punto, pero no deja pasar a nadie después de eso.-
- En concusión Petersito, es una mina re histerica, pero nada va enserio con ella y no es rápida.- concluyó Agustín.
- Ella me dijo que nunca tuvo novio, pero bien que sabe histeriquear.- contó Pedro.
- Pero ¿Por qué nunca tuvo novio?- preguntó Simón que cada vez se interesaba mas en la conversación.
- Porque ella esta máximo seis meses en un lugar, y aunque después vuelva, no confía en la fidelidad.- respondió Pedro cabizbajo.
- Entonces lo único que le queda por hacer es histeriquear, pero no va a ir nada enserio.- explicó Simón.- Tu mina perfecta para el verano, histérica, no te va a hacer reclamos, y no necesitas poner un título a la relación.- concluyó Simón y sonrió con una sonrisa maliciosa.
- Bueno, ahora vamos a ver si se digna a dirigirme la palabra.- dijo Pedro y cambió de tema.
Después de un rato vieron pasar a Mariana que iba a tirar sus sobras. Pedro les guiño un ojo a sus amigos y se fue tras ella.
El basurero estaba detrás de la cocina. Cuando Pedro llego Mariana ya estaba terminando de tirar sus sobras. Pedro dejo en un costado su bandeja y se apoyo contra la pared en forma relajada. La chica termino lo suyo y se dio vuelta y se encontró con Pedro, lo miro directo a los ojos, le sonrió y se quiso marchar, pero Peter se le adelanto y la agarro de la mano.
- ¿Qué es lo que te pasa Mariana?, hace días no me dirigís la palabra.- se quejo Peter sin soltar su mano. Ella negó la cabeza y trato de soltarse, pero el la apretó mas fuerte.- ¿Qué es lo que te pasa? ¿Te enojaste?- preguntó Pedro.
- ¿Qué es lo que te hace pensar eso?- interrogó ella tranquila mirándolo directamente a los ojos.
- No me hablas, me ignoras, ni siquiera me miras a los ojos hasta esta charla.- respondió Pedro con un tono de tristeza.
- ¿Qué es lo que te dije yo el otro día? No sabes hasta que punto llegar, y hace menos de una semana nos conocemos y me pedís un beso.- dijo Mariana frunciendo el seño. Peter quiso hablar pero ella se le adelanto.- Se que era en joda, pero que hayas echo que me caía arriba tuyo y me hayas acariciado en la forma que lo hiciste, me molesto.- dijo sincera.
- Pero yo pensaba que…
- Que era un rapidita y que conmigo podías jugar, solo porque histeriqueamos desde que nos conocimos.- interrumpió Mariana.- No me conoces como soy Pedro, y te dijo una cosa, no soy rápida.- agregó levantando su tono de voz y se acerco a el.- Y conmigo no vas a jugar.- termino de decir a poco distancia de sus labios. Acto seguido, Pedro la soltó y ella se marcho.
Fogón.- 22. 00 hrs.
Era el primer viernes de todos los días que iban a estar en el campamento, por eso hacían un fogón. Algunos chicos adinerados que vivían cerca iban a pasar sus fines de semanas en sus cosas. Los chicos que se quedaban seguían con actividades. Mariana iría a pasar el fin de semana en la casa de Eugenia, su hermano se había hecho amigos así que decidió quedarse.
Todo estaba sentado sobre troncos y cantaban alrededor de la fogata. Todos los que querían agarrar la guitarra y cantar podían hacerlo.
Después que el primer dúo se había animado, preguntaron quienes querían cantar. Tacho sabía tocar muy bien tocar la guitarra, y Mariana cantaba muy bien, por eso Eugenia les señalo a ellos dos. Los hermanos le dirigieron una mirada asesina a la rubia, pero porque todos los alentaban a ellos se vieron obligados a hacerlo.
Pedro tenia la vista en Mariana, se había quedado pensando en ella desde esa discusión que habían tenido. Le había encantado su carácter.
Mariana y Tacho se fueron en el medio de todos y Cielo le dio la guitarra a Tacho, y Mariana se sentó al lado suyo.
Eligieron cantar “don't look back in anger” de Oasis. Tacho a fino un poco la guitarra y empezó a tocar la melodía. Mariana estaba un poco nerviosa así que la primera estrofa tartamudeo un poco, pero a medida que todos le iban siguiendo con las palmas, Mariana tomo más confianza y una potente, dulce y melodiosa voz salió por su boca.
Pedro la miraba sorprendido y una sonrisa al costado se le dibujo en su cara. En ese momento, sintió su corazón latir a toda prisa y unas ganas de besar a Mariana sintió en todo su cuerpo. Si hubiera estado a centímetros de su boca se habría abalanzado sin pensarlo. Sus dos amigos empezaron a codearlo porque se había quedado atontado.
Cuando Mariana termino de cantar, todos empezaron a aplaudir y Tacho toco una melodía muy desafinada que no tenia nada que ver con el final y todos se echaron a reír. A Mariana se le dibujo una sonrisa en su rostro, por su hermano que volvía a hacer el mismo de a poco y por el éxito que había tenido cantando.
Después volvieron a sus lugares, Mariana pidió para ir al baño y Pedro la siguió. La espero a fuera del baño de mujeres y cuando ella salió lo vio en la misma posición que había estado más tarde, cuando fueron a tirar sus sobras.
- ¿Qué haces acá Juan Pedro? ¿Me seguiste?- preguntó Mariana enfadada.
- ¡Apa! Me dijiste Juan Pedro, suena que esta enojada.- dijo Pedro acercándose a Mariana, ella no se movió.- Para vos Pitt, Peter o mi amor.- bromeó posando sus manos en la cintura de la chica.
- ¿Me seguiste?- preguntó Mariana mirándola en forma amenazadora a los ojos.
- ¿Te crees tan importante?- retruco Pedro poniéndose serio.
- No se… pero me parece raro que estas a la salida del baño de mujeres.- contestó Mariana.
- Y entonces para que me preguntas lo evidente.- dijo Pedro y con la yema del dedo empezó a acariciar la mejilla.- No sabias que tenias ese carácter, me quedo impresionado con lo me dijiste, encima cantas, mira que sos una piñata de sorpresas.- Mariana se echo a reír por que había dicho Pedro. ¡Es que era tan chamullero! Pedro se acerco aun mas a Mariana, miraba directo a sus labios y ella sintió sus piernas flaquear.- Sos tan hermosa, tan distinta.- en un susurro se escucho la voz de Peter, y Mariana sentía su corazón latir cuando el puso sus yemas de los dedos en sus labios y la miraba directo a los ojos.
- Yo te dije que conmigo no vas a jugar.- dijo Mariana sin moverse de su lugar y con un tono de voz furioso. Tenía mucho autocontrol.
- ¿Y si vos también jugas conmigo?- propuso Pedro atrayéndola mas hacia el.
- Esa idea me gusto más, pero no se…- Dio un paso hacia atrás y Pedro se negaba a soltarla.- Mi hermano esta atrás tuyo- exclamó asustando a Peter e hizo que la soltase y ella echo a correr hacia el fogón.
19 de Dic.- Cabaña Nº 5- 1. 30 hrs.
Era tarde cuando Peter había regresado a la habitación. El fogón duraba hasta las dos de la mañana, pero por el frío que hacía esa noche había decidido ir a su cabaña antes.
Mariana como al otro día tenía que levantarse temprano para viajar con su amiga hacia la capital de la provincia, había regresado por lo menos dos horas antes que Peter.
Pedro entro a la pieza despacio para no despertarla. Se saco la ropa, y la puso en una bolsa con toda la otra ropa sucia. Miró a Mariana que estaba profundamente dormida en su cama. Una sonrisa se le dibujo en el rostro y se acerco a ella lentamente. Con la yema de sus dedos acariciaba la mejilla.
- Sos tan linda, sos… no se pero me encantas.- dijo Pedro mirándola mas intensamente. Mariana se veía muy tierna cunado dormía, arrugaba su nariz y los ojos los apretaba con fuerza. Pedro paso su yema por los labios y los entre abrió casi la besa, pero se dijo que no era bueno aprovecharse que este dormida.- Dormí bien.- dijo dándole un beso en el cachete y luego en su frente.
9 hrs.- Cabaña Nº5
Mariana se levanto por el vibrar de su celular. Miro la hora, eran las nueve de la mañana. Se tenía que cambiar porque a las diez y media se iba con su amiga en colectivo hasta Santa Cruz. Se levantó y sintió su frente y su mejilla un poco húmeda pero no le dio bolilla. Fue a bañarse y después volvió a su habitación para bajar ya su valija.
Ese día Pedro podía dormir hasta tarde, pero estaba despierto cuando ella volvió. Mariana abrió la puerta, y vio la cama de Pedro vacía, se sobresalto. Cerró la puerta de una patada hacia atrás y avanzo unos pasos pero luego sintió unos largos dedos posarse en su cintura y que le impedía avanzar. Era más que claro quien era. “¿Te ibas sin despedirte de mi hermosa?” sintió que le decían en su oído. Mariana se estremeció ya que el aliento de Peter acariciaba su oído. “¿Qué pasa que te pones nerviosa?” Peter lo había notado. Después sintió que el apoyaba su otra mano la cintura y la atraía mas a el. “Si vos no te despedís yo si te voy a dar algo para todo el fin de semana” le dijo y con su nariz hizo un recorrido desde el hueco entre la oreja y su garganta hasta la mandíbula de Mariana. Y volvió haciendo con besos pero antes de que pueda terminar el camino ella le pego un codazo en su estomago y el la soltó. Corrió hasta su mochila riéndose y le dijo “Eso te recordara a no meterte conmigo, espero que te sirva para todo el fin de semana, chau” y le beso la mejilla a Peter y salió por la habitación.
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