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lunes, 17 de agosto de 2009

Cápitulo 5

Capitulo 5.

Río Gallegos.

No hay prisa en el camino ;
solamente necesito voluntad para seguirlo.
He de caminar hacia el futuro de cada instante
sin aglomerar demasiados bienes materiales ,

12 de Dic.- Rió Gallegos 12.00 hrs.

El colectivo estaba por llegar Río Gallegos para cambiar de colectivo a uno que los lleve directo a Bariloche. Los campistas estaban todos despiertos porque a las diez los habían levantado para entregarles el desayuno.

Mariana ya no tuvo oportunidad de apartarse del hermano e ir a hablar con Pedro.

Había hablado todo el día con su hermano sobre los negocios familiares y de la escuela, cosas que le interesaban a él; y ahora escuchaba música con su Ipod mientras Juan hablaba por celular. “Espera que lleguemos y te quedes sin señal”, Pensó y se echo a reír por lo bajo.

Los tres amigos, por su parte, habían charlado toda la noche y Pedro les contó lo vivido con Mariana, ellos lo alentaron a llevar una “amistad” en clandestinidad.

Al otro día había sido imposible despertarlos.

Cuando llegaron al destino, Mariana al ver que no bajaban, dejo que su hermano avance y baje abajo, para despertarlos.

Despertó a Agustín y le dijo que lo despierte a Simón. Después fue a levantar a Peter.

- Peter, llegamos, levántate.- dijo Mariana sentándose al lado del chico. Al ver que no le hacia caso, lo empezó a sacudir.- Dale, Peter.- Pedro la agarro del brazo y la tironeo para que caiga encima suyo. La joven se vio alarmada y quiso levantarse pero Pedro la abrazo por la cintura, ella trato de resistirse al agarre pero el chico era más fuerte. Decidió entonces gritarle. “Peter levántate” dijo a la vez que se sacudía haciendo que el chico se levante.

- Lali ¿Qué haces encima mío?- preguntó temeroso.

- Vine a despertarte porque llegamos y me agarraste y termine acá.- respondió entre risa por el miedo que tenía el chico.- No te preocupes por mi hermano, ya esta abajo, ¡Buen día!- dijo entre risas.

- ¡Buen día linda!- saludó Peter y le beso en la nariz. Mariana se quedo un poco incomoda por el saludo y trato de soltarse, Peter lo noto y la soltó.- Disculpa, estaba dormido y siempre hago cosas así cuando lo estoy.- agregó y se levanto para agarrar su bolso.- ¿Vamos a bajo?- Mariana asintió y se quedo estática en su lugar. Pedro se acerco a ella, puso una mano en su mejilla y la acaricio.- Gracias por levantarme, linda.- En ella apareció una sonrisa. Pedro le dio un lento beso en la mejilla, y la agarro de la mano para bajar.

Me conformo con un mendrugo de pan, agua y tu amistad.
Pero también reclamo para mi y para todos
la potencia de la palabra, sus nexos de unión con el cosmos de cada día.
Necesito de la palabra para redimirme constantemente;
para emerger de la incertidumbre y mostrarme ante el espejo de la vida
tal como soy , benévolo y fulminante a la vez.

Río Gallegos 12.15 hrs.

Juan Esposito bajo las escaleras del colectivo. Miro hacia atrás para ver si su hermana lo seguía, pero un coordinador lo interrumpió para darle su valija. El agradeció y avanzo mas a la plaza en la que estaban. Dirigió su vista a recorrer todo el lugar y vio a unos padres despedirse de su hija. La chica se abrazo a su padre, y el sintió una sensación de añoranza. Extrañaba mucho a su papá, y desde que había muerto el ya no era el mismo. Por eso su mamá lo había mandado al campamento.

Vio como la chica se iba a avisar que había llegado y los padres se iban al auto. También observó como se le cayo algo a la chica de su valija.

El fue a recogerlo y se acerco a la chica para dárselo. Le toco el hombro, y ella le hizo una seña de que espere. Cuando termino de hablar con el coordinador, ella se giro y los dos se quedaron paralizados mirándose.

La chica era hermosa. Comenzando con su pelo rubio, largo y lacio. Con sus hermosa cara, con rasgos finos y hermosos ojos verdes. Y su mirada bajo, viendo la buena silueta que tenia la chica.

- Se te cayo esto.- dijo levantando el objeto. Era una pulsera.

- Gracias, mi mama me mataba si se me perdía.- dijo la chica, y lo agarro, y se la puso en el brazo.- Vos sos nuevo ¿Cómo te llamas?-

- Tacho, me dicen, pero me llamo Juan.- contestó con una sonrisa.

- Así le dicen al hermano de...- dijo la rubia pero un grito la interrumpió. Ambos dirigieron su vista hacia la persona que lo había hecho.

- Mariana Esposito.- termino la frase Tacho, y la chica le sonrió.

- Mi mejor amiga.- aclaró. Y corrió a abrazar a Mariana.

Esa hermosa rubia era la mejor amiga de su hermana. Cuanto tiempo había perdido en venir al campamento, pensó.

Juan era un chico atractivo. Alto, corpulento, carilindo, tenía ojos claros y pelo corto y rubio. A decir verdad, tenia mucha suerte con las chicas, era mujeriego y eso era lo único que no había cambiado de el desde que murió su papa.

Según Mariana necesitaba una chica que le pongas los frenos, que tenga carácter y que se la haga difícil y a la vez que lo divierta para que su querido hermano “Tacho” vuelva, y sabia exactamente quien tenia que ser esa chica.

El camino ,a veces,se bifurca y otras tantas, se diluye.
A pesar de todo hay que seguir caminando
y dejar que las horas vaguen a su antojo.
No hay prisa.

Río Gallegos -13 hrs.

Pedro se acerco a Mariana que estaba sola. Ella se dio vuelta y le sonrió. Pedro miro un largo rato la sonrisa de Lali porque siempre lo deslumbraba.

- ¿Falta mucho para que venga el colectivo?- preguntó Peter.- Mis amigos quieren saber.- finalizo de decir.

- No se, preguntanle a un coordinador Peter.- contesto Mariana dándose cuenta de la excusa de Pedro para hablarle.

- Creo que te diste cuenta de que solo quería hablar con vos.- dijo Pedro sincero, lo que sorprendió a Mariana.

- Si.- admitió y se largo a reír.- Siempre los chicos hacen conmigo lo mismo.- bromeó Mariana.- Es que le traigo muerto a todos, con solo una conversación.- agregó y Peter la miro de vuelta con fascinación.

- Pero ninguno de ellos te habría tenido las ganas que te tengo yo.- bromeó Pedro y recurrió a su sonrisa al costado.- Ahora me voy porque viene tu hermano.- se despidió dándole un beso en la mejilla. Mariana se quedo dura por la declaración de Peter, nunca había conocido un chico tan honesto, o tan tonto.

El destino final no existe ,puesto que cada momento
es la culminación de un propósito,
y en cualquier instante algo nuevo acontece.
Ahora mismo un tren silba a lo lejos,
y pienso en las almas de los viajeros;
pienso en su persistente caminar hacia el enigma,
y en lo superfluos que son sus equipajes:
" raida maleta de cuero sobre el anden numero cuatro
en una estación cualquiera ,etc,etc,etc.
El camino está aquí, y tiene multitud de formas.
Avanzo por él bajo la llúvia de otoño sin paraguas ni abrigo;
con la lentitud del anciano, pero con la felicidad del niño.
No hay prisa en el camino;

Ruta- 13.30 hrs.

El grupo había cambiado de colectivo por uno que los lleve directo al campamento cerca de Bariloche. Faltaba ya poco por llegar.

Mariana y Eugenia se habían sentado juntas. Juan se tuvo que sentar con Simón, porque era el único asiento libre.

Juan Pedro al ver que Mariana se sentó con su amiga, se imagino que su hermano había quedado sin lugar, y que tendría que sentarse con alguien que quede solo y el era el único que lo estaba. Entonces, rogó a Simón que le cambie de lugar, así se termino sentando con Agustín.

Mariana y Eugenia no se veían hace un año y se habían mantenido comunicadas por llamadas, mensaje de texto, cartas y el Chat. Pero a pesar de todo siempre tenían algo nuevo que contarse.

- Amiga te juro que te re extrañe.- dijo Eugenia abrazando de vuelta a Mariana, como lo venia haciendo hace media hora.

- Yo también, ya te dije.- comentó Mariana y se echo a reír.- ¿Al final que paso con Mat?- preguntó curiosa.

- Me lo chape el otro día.- contesto con una sonrisa en su cara.- No sabes lo que es Lali, es demasiado tierno.- agregó mordiéndose su labio inferior.

- Che me esas copiando mis gesto.- dijo al ver lo del labio.

- ¿Y vos Lali? ¿Terminaste con algún chico de los del campamento pasado? ¿O algún chico en Francia o en Posadas?- interrogo su amiga con una mirada traviesa.

- Nada de eso Euge, vos sabes que lo que empiezo en un lugar termina en ese lugar, yo no me estoy por poner de novia con alguien que se que después me voy a tener que separar.- contestó un poco irritada Mariana. Eugenia siempre trataba de animarla a una relación seria, pero no había caso.

- Hay Mariana tendrías que confiar un poco mas- reprocho cruzándose de brazos.

- Basta que pareces Sol, mi amiga del internado.- dijo riendo al recordarla.

- Viste, todas tus amigas de diferentes lugares que tenes te decimos lo mismo, tendrías que confiar mas.- comentó Eugenia.

- Mientras se trate del sexo masculino quédate tranquila que no lo voy a hacer.- dijo seria.- Confianza y hombre no va en la misma oración.- agregó.- ¡No sabes! conocí a un chico en el viaje de Buenos Aires a Santa Cruz que esta re bueno.- contó.

- Bueno entonces después preséntamelo.- dijo con una sonrisa locuaz Eugenia.- Che tu hermano esta buenísimo, nunca me dijiste.- cambio de tema.

- Si, lo que pasa es que es como que vivamos en dos mundo diferentes.- contó.- Parece que le moviste toda la estantería.- dijo desaseando que fuera así.

- Y el a mi, cuando lleguemos dale charla así lo conozco mejor.- dijo Eugenia y cambiaron de tema.

pero sí recodos y piedras para sentarse y descansar.
Hay caminos que van desde la infancia hasta el momento presente;
por él transcurren los días de nuestra historia
con los pies repletos de polvo.
Y asi, de camino en camino,
avanzo con mis cuarenta y ocho lunas de metal,
sin prisa, y con las manos en los bosillos.

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