Cápitulo 2

Capitulo 2.

Comienzo.

El jardín se ha posado en mi jardín.
Toda su galaxia resplandece a medianoche.
Los árboles destellan, las flores fulgen.
Tiene el césped una tersura de nimbo.

10 de Dic. 8.00 Paris, Francia.

Mariana se levanto por el sonido de la alarma de su celular. Se puso las chinelas y bajo a abajo a desayunar.

En el comedor no había nadie así que comió sola. Cuando termino alguien apareció por la habitación.

- Juan, buen día.- saludó Lali con una sonrisa en su rostro.- ¿Cómo amaneciste?- Lali era una persona muy simpática, y su hermano también lo era hasta que murió su padre.

- Fue mi peor noche.- contestó gruñendo un poco y se sentó en la mesa aun con sueño.

- ¿Cuando amaneces bien vos?- dijo Lali en forma sarcástica y se echo a reír.- Deberías volver a hacer lo que eras antes- dijo y se acerco a su hermano para darle un beso en su mejilla.

- Ese es mi problema.- contesto y aparto a su hermana. Era tan distinto a lo que era antes. Mariana solo se confundió aun más.- Mamá como ve que ando muy amargado según ella...

- Y tiene razón.-

- Bueno, y también como lo único que hago es ocuparme de mis responsabilidades me quiere mandar con vos al campamento.- sentenció y frunció su ceño enojado.- ¡Como si fuera un niño! Hace exactamente diez día acabo de terminar el colegio y voy a empezar la facultad.- se quejo mas enojado aun.

- Yo soy solo dos años menor que vos y me mandan al campamento.- dijo.- y no soy una niña, y aunque opines diferente soy mucho más madura que vos.- retruco y salió del comedor para dejarlo pensar tranquilo, sabía que tenía que apartarse cuando su hermano tenía ese humor.

10.00 a.m. Buenos Aires Capital.

El celular de Pedro sonó. El trato de apagarlo pero no pudo, así que contesto.

- ¿Hola?-

-Man, soy Agus.-

- ¿Qué pasa?-

- Mi vieja me acaba de decir como castigo me va a mandar con vos al campamento, a mí y a Simón también.-

- Ojala a mi me castiguen de esa manera, no me van a comprar el auto que quiero y no me dejan salir.-

- Bueno hermano, eso es por tomar esa noche.-

- Ahora te venís a hacer el responsable...-

- Como digas, nos vemos mañana cuando sale el micro para ir al campamento.-

- Chau.- y corto.

Odiaba que lo llamen cuando esta durmiendo pero era inevitable. Decidió levantarse porque empezaría a limpiar todo el departamento para cumplir con su castigo.

Desde esa noche no lo dejaban salir y este año agradecía la brillante idea que había tenido su abuela al mandarlo a ese campamento, así podría estar con sus amigos y no tener que encargarse de sus tareas domesticas.

17.00 hrs. p.m. Paris, aeropuerto.

"El vuelo que los llevara a Buenos Aires, Argentina esta a punto de llegar." dijeron por el alta voz.

- Chicos vayan ya.- dijo su mamá dándole su valija a Lali.- Los voy a extrañar mucho.- agregó abrazando con frenesí a sus hijos.

- Nos podemos ahorrar que nos extrañes si nos quedamos acá.- bromeó Juan cuando se soltó del abrazo.

- Ves, de a poco volves a hacer el de antes, y eso que todavía no llegaste al campamento, te va a hacer bien.- dijo la mamá agarrándolo de los cachetes.- Te quiero.- dijo dándole un beso en la frente.

"El vuelo que los llevara a Buenos Aires, Argentina esta a punto de llegar." repitieron por el alta voz.

- Chau hija, te quiero.- dijo la mamá besando la mejilla a Mariana.- Vayan, y diviértanse.- les deseo la mamá y ambos hermanos fueron hacia el embarque.

Bajan los Transparentes
y de sus cuerpos surgen peldaños de escala.
Los Radiantes me llaman con sus cristales.
Mis años descienden en el cáliz de un instante.
Los Centelleantes me han rodeado
y me tienden sus ojos de oro.

11 de Dic. 12.00 p.m. Buenos Aires, Capital. Costanera.

Todos los chicos que estaban en la costanera esperaban que llegue el micro para salir hacia el campamento.

Mariana veía como todos se despedían de sus familia, mientras ella al único ser que tenía en ese momento como familia estaba hablando por celular sin parar.

En otro lado estaba Peter, Agus y Simón para ir de campamento. Los chicos se habían despedido de sus familia hace rato y el chofer de Simón los había dejado en la costanera.

- Uy que embole.- se quejo Agustín al ver a la clase de gente con la que tenía que compartir sus próximos meses. Todos eran perdedores según él.

- No debe ser tan malo Agus, antes que quedarse acá todo el verano sin salir prefiero este castigo.- dijo optimista Pedro.

- Vos decís eso porque tus papas no viajan por trabajo o no se terminan olvidando del castigo.-le dijo Simón.

- Pero prefiero que si lo hagan porque yo tengo familia saben.- dijo en forma autoritaria, sin darse cuenta de cuanto dolor le podría generar a sus amigos.

La gente espero media hora más cuando apareció el colectivo. Todos subieron y de ahí irían a Santa Cruz, y de Santa Cruz irían a Bariloche para pasar sus vacaciones.

El amor es una paloma de fuego que elevan.
Por fin llegaron.

Miguel Arteche