Capitulo 40.
Obra.
Cabaña- 20 hrs.
No tenía ganas de ir. Me sentía desanimada, y llena de miedo. Y no por actuar y hacer el ridículo delante de todos sino por tener que verlo a él y tener que abrazarlo, besarlo y tocarlo como protagonistas. Por suerte la obra era corta y la mayoría del tiempo tenía que mirar al público.
Eugenia paso a buscarme para ir a la obra. Ella era mi mejor amiga junto a Candela aunque un poco mas Euge. Era la que siempre me apoyaba en todo y siempre me ayudaba a sentirme mejor. Tenía un carácter increíble y siempre me transmitía ganas de vivir.
- Te quiero.-me dijo antes de entrar al camarín y eso significaba que me apoyaba, suerte y todo para hacer bien la obra y para… actuar con él.
Cuando había entrado al teatro todos mis compañeros de elenco se habían volteado a mirarme. Se ven que las noticias corren rápido.
Solían decir que la obra sería un éxito y la palabra “éxito” se basaba en que los protagonistas tenían una química especial y eran novios así que lo que se mostraba en el escenario era real, referido al amor.
Pero nadie se esperaba que el día del estreno “la base del éxito” terminara antes de que la obra empiece.
Pase delante de todos mirando fijo a mi camarín. Jimena me dio el traje y entre a cambiarme. Primero llevaba un conjunto de jean desgastado, con ojotas y una remera rota que dejaba ver mi panza.
El peluquero me plancho el pelo pero lo despeino de acuerdo a mi personaje y me pinto como sucia.
Junto a mi se estaba retocando Dolores que iba a hacer la novia de Thiago en la segunda escena y cortaba en la cuarta por mi, claro.
¡Que raro! En la vida real había pasado lo mismo pero al revés. Ni siquiera me había animado a mirarla. Había conseguido lo que quería, quedarse con Pedro y yo no iba a detenerla.
Cuando terminaron de pintarme, me dieron la vuelta y me encontré al espejo. Y por un momento me sentí lo que me disfrazaron: “Una cualquiera, una chica de la calle” y me sentí lo que era la primera escena Marianella o, por lo menos como se sentía. Y a mi lado estaba Dolores, mi competencia en la obra y vida real y me dolía verla tan glamorosa como ella siempre era. Y como nunca me había sentido, me sentí: menos que ella.
- Chicos a su puesto.- gritó Cielo y se escuchó en todos los camarines.
Me paré y fue al salón tras la cortina. Ahí estaba Kika, me había hecho muy amiga esos últimos días de ella. Era una persona espectacular, algo estructurada, pero se había hecho querer entre nuestro grupo. Me hizo una seña para que vaya hacia ella y me mostró la cantidad de gente que había. Sentí mi corazón latir fuerte, me di vuelta y me respire hondo tratando de tranquilizarme. Había reconocido entre el público a mi mamá. Y ella que esperaba que yo este con Peter.
Y en mi intento de tranquilizarme, me crucé con su mirada. Nos miramos con mucho dolor, o por lo menos, sentí el suyo. El dolor que lo haya dejado sin dejar que me explicaciones y que no haya confiado en él. Pero lo hecho, hecho esta y yo no me iba a arrepentir de hacerme valorar.
Me dirigí al centro del salón y pusimos nuestras manos todos juntos. Peter puso arriba de la mía su mano y la apretó fuerte. Yo trate de soltarla pero el no me permitió.
- Chicos ustedes trabajaron mucho para esto, en poco tiempo sacaron una obra y que quede grabado en su memoria del estreno de esta obra que va a marcar un antes y después en su vida, éxitos y a ¡Actuar!- gritó Cielo y todos levantamos la manos y repetimos la última palabra.
Peter no soltó mi mano y antes que pueda quejarme la besó y me dijo: “Se nos viene la reconciliación”. Furiosa aparté la mano y me dirigí a mi lugar.
La música sonó y me indicó que era mi entrada.
Corrí distraídamente hasta que me tropecé con una fuente, Peter me agarraba la mano y me saco del agua, cruzando nuestras miradas por primera vez. “¿Vos quien sos?” preguntaba y así comenzaba la obra.
Durante cada escena, me interiorizaba en el personaje, olvidando a los espectadores y en los problemas que tenía con el resto de los acores que me acompañaban.
Cuando tuve que tocarlo, o besarlo. Lo besaba bajo la piel de Marianella, pero a veces se me hacía difícil. El me besaba como novio.
Termine la décima nueve escena y fui rápido a cambiarme y que me retoquen para la última escena. Pedí a Dios que me ayude en ese momento tener que cantar esas canciones tan significativas para mí en ese momento.
Salí de mi camarín confiada. Peter me agarró de la mano porque así entrábamos en la primera escena.
- Improvisa- escuché que susurraba un segundo antes de lanzarnos al escenario sin entenderlo que me quería decir.
La música de Escaparé empezó a sonar en el teatro y comencé a cantar. Mi voz resonó en todo lugar, pero en ningún momento paró y ahí me di cuenta que habían hecho unas modificaciones de último momento.
Termine de cantar y todos aplaudieron. Cuando cesaron los aplausos, fue raro. Había un video en el que pasaban lo que yo había visto del engaño de Peter con Dolores, pero en la parte de decir “Mariana” decían Marianella.
Y ahí me quede confundida. Miré hacia Peter que tenía su típica sonrisa al costado y el empezó a cantar su canción. Daba vueltas alrededor de mí, me hacía bailar y cada tanto me besaba la mejilla.
Luego aparecieron algunos personajes que contaban lo que sabían de Dolores y como había planeado todo para que yo me creyera y que fuera al lugar en donde se besaban.
Y ahí entendí todo. Entendí lo estupida que había sido, lo desconfiada e ingenua, el dolor innecesario que cause en los dos y en el rompimiento. Pero todavía había vuelta atrás.
Corrí hacia Peter y enroscando mis pies en sus caderas y el abrazándome y manteniéndome en el aire sosteniéndome desde mi cintura, nos besamos llenos de amor y nos pedíamos disculpas. Porque los dos teníamos responsabilidad y los dos sufrimos de balde.
Me separé de Peter y el me pidió en frente de todos que vuelva a hacer su novia, yo acepté y nos agarramos de la mano, para cantar junto al elenco “Estoy listo”
Capitulo 41.
Las vueltas de la vida.
27 de Febrero- Cabaña- 21 hrs.
Desde el día de la obra volví con Mariana. En realidad nuestra ruptura y reconciliación consistió en horas, pero volvimos con todo. Dolores fue expulsada del Campamento sin poder volver ningún año más.
Me había costado conseguir el video pero había sido que Nicolás tenía una cámara instalada para ver que el descampado no se haga cosas inapropiadas. Y desde ese día el se convirtió en un gran día.
El día del Campamento conocí a la madre de Mariana, y ella a mis padres. Personalmente, me cayó muy bien, era una persona muy parecida a Mariana, físicamente solo tenían común los colores del pelo, la piel y los ojos. Era un mujer muy copada y que me felicito por no rendirme ante la terquedad de Mariana y eso significaba que estaba hecho para hacerla mejorar y vivir con ella.
A mis padres les cayó muy bien Lali, más que nada por ser hija de una importante diseñadora y futura heredera de la empresa “Esposito” que había creado su padre.
Pero yo sabía que también les caía bien al ver que me quería y era dulce conmigo.
¿Y a Mariana? Se lo pregunte una vez como les habían caído mis padres y con una sonrisa contesto: “Son un amor de personas, se nota que te quieren y que quieren lo mejor para vos, por lo tanto, quieren lo mismo que yo, y personalmente me cayeron muy bien, tu papá me hace recordar mucho al mió, y tu mamá es muy parecida a mí”.
Hoy vamos a festejar el fin del Campamento en un boliche de Bariloche, en realidad es una fiesta elegante así me puse un smokin.
- ¿Lali que te parece?- pregunté a mi novia.
- Hermoso, veni que te arreglo el cuello.- contestó acercándose a mi.- Ahí esta hermoso.-
- Gracias hermosa.- dije y la bese en la boca.
Junto a Eugenia y Nicolás fuimos en el auto del papá de Eugenia. Nos dejo en la puerta del boliche. El lugar según lali estaba hermoso, ella era la que era hija de una diseñadora famosa.
Fui a servirme un poco de Coca, a esta hora todavía no entregaban el Shampage. Cuando volví vi a Gastón que le guiñaba un ojo a Mariana, y me pareció que a ella se le agrandaba su sonrisa. Apreté el vaso hasta romperlo. Ella era la única que podía despertar mis más extremos sentimientos. Me acerque y marcando mi territorio la abrace desde la cintura y la lleve a sentarnos con el resto de nuestros amigos.
En la lista vi a Simón junto a Kika ¿sería una nueva pareja? Me reí al imaginarlos juntos la excéntrica con el mujeriego. Me senté al lado de Mariana y la agarre de la mano.
Comimos un poco antes que declaren a los reyes de la noche. Desfilamos de la pasarela, Mariana a pesar de su baja estatura, parecía una modelo. Tan confiada en ella y natural como solo ella podía ser. Me volvía loco.
Después de la presentación de las parejas, la música empezó. Baile toda la noche con mis amigos y Mariana. Era dar una vuelta hasta que Lali desapareció. Fui a buscarla, y no la encontraba.
Me empecé a preocupar. Me dolía pensar en que le pudo pasar y cuando menos me la espere me encontré. En el mismo baño que la había visto besarse dos meses atrás antes de ponernos de novio y donde había comenzado nuestra historia de amor. Y ahí la termino.
Cabaña- 6 hrs.
- Peter te juro que no es lo que pensas…-gritó Mariana entrando al cuarto.
- Creo que esto ya lo vivimos, pero en distintos roles.- dije juntando toda mi ropa en una valija.
- Y con más razón todavía.- dijo calmándose.
- ¿Qué? ¿Me vas a decir que no le seguiste el beso?- Mariana se quedo callada.- ¿Ves la diferencia? Yo siempre te fui fiel, me la jugué por vos y así me pagas.- grité destrozado rompiendo a llorar.
- ¿Qué pasa acá?- intervino Tacho.
- Tu hermana es lo que pasa, tanto tenía miedo que yo le engañara que ella fue y se beso con Gastón.- contesté sentándome en la cama.
- ¿Eso es cierto?- Mariana no contesto.- ¿Qué clase de novia sos? Después todo lo que hizo Peter por vos.- dijo Tacho enojándose. Peter le hizo una seña para que se vaya.
- Mira no se que es lo que quisiste hacer, pero acá se acaba todo.- gritó y bajo por las escaleras.
- ¿Dónde vas?- gritó Mariana desesperada de las puertas de la Cabaña.
- Mi chofer ya me viene a buscar, Chau Mariana.- gritó Peter y se dio vuelta.
Mariana corrió hacia el.- Peter le seguí porque no se lo que paso, te juro que no se vuelve a repetir, yo… te amo.- dijo rompiendo a llorar.
Peter se dio vuelta y la miro mas frío que nunca.- ¿Este era el momento para decirme que me amas? ¿Después de meterme los cuernos? ¡Que bien por vos, pero todo se fue al carajo!- gritó y se fue del Campamento para siempre.
jueves, 24 de diciembre de 2009
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