Capitulo 16.
Elecciones.
1 de Dic- 00.45 hrs.
Magia era lo que sentían en ese momento. Sus bocas se besaban sin parar. Mariana llevo sus manos al pelo de el y los acariciaba. Pedro poso las manos en la cintura de ella, pero luego los subió hasta los hombros que estaban desnudos y los acaricio un rato, después los apoyo en su mejilla y quiso dar mas profundidad al beso, pero ahí ella cayo a la realidad y lo aparto.
Pedro la miro con cara de desilusión esperando que ella se vaya simplemente o le diga que no le correspondía, pero vio una sonrisa en sus labios. “Discúlpame Pedro pero no puedo besarte mientras tenga algo con Gastón, dame un tiempo para aclarar mis ideas que estoy confundida y después hablamos ¿dale?” sugirió Mariana dejándolo sorprendido. El asintió y volvió a besar sus labios. “Todo el tiempo que necesites hasta que te des cuenta que me amas” contesto el y ella rodó los ojos. “Si no es así ¿Por qué me dejaste besarte en el bosque sabiendo que no era Gastón?” pregunto el con su sonrisa de medio lado que hizo que ella se quede sin aliento. “Ummm…” dijo ella tratando de buscar una excusa. “Porque te gusto” dijo el antes que se le ocurra algo. “Puede ser…” admitió ella y sonrió. “Solo es cuestiono de tiempo” volvió a remarcar esa frase Peter, “¿Pero como te diste cuenta?” interrogo curioso. “Y por tu aroma, huele distinto” respondió ella sorprendiéndose por su contestación. “Hasta te grabas como huelo, te tengo muerta” bromeó el y ella frunció el ceño. “Pero no tanto como vos me tenes a mi linda” dijo el y la rodeo con su brazo la cintura para acercarle a el y así darle reiterados besos en la mejilla. Mariana no pudo mas que aflojar su enojo.” Y así tiene que ser” bromeó ella divertido y le sonrió. “Tu sonrisa es lo mejor de vos” comentó el acariciando sus labios con la yema de los dedos “Nunca me paso esto con nadie, es raro” confesó sin remordimiento mientras que sus manos abandonaban los labios para apoyarlos en la nuca y acercarla mas. “Me haces feliz, te necesito” confesó y hizo un recorrido con su nariz desde su mandíbula hasta su oído “Vas a hacer mía” susurro dándole un cosquilleo a Mariana.
“Al diablo con el tiempo, bésame” ordenó ella. “Tus deseos son ordenes” dijo el y la volvió a besar.
- Mariana ¿estas acá?- preguntó una voz a lo lejos. Se separaron al segundo y ella lo miro con cara de disculpas. Se levanto y corrió hacia aquella voz.
1 de Dic- 6 hrs.
Mariana esa noche no había tenido ganas de ir al boliche, por mas insistentes que había sido sus dos amigas y Gastón. Estaba muy confundida y quería descansar un rato porque sabía que a pesar de tener dos pretendientes era halagador, era estresante tener que elegir entre dos chicos que le gustaban y totalmente diferentes. Y a su pesar, lo que uno no tenía el otro si, juntos formaban su chico ideal pero como sabia ella más que nadie, lo ideal no existe.
Por un lado estaba Gastón, ocho años mayor y eso significaba madurez y una relación un poco mas estable ya que no teñían que enfrentar que la mujer sea más madura. Por otro Pedro, un año mayor y eso significaba más diversión, alguien que se ajuste más a su época y sus salidas. Con Gastón podía compartir los temas que le gustaban hablar y saber, con Pedro podía hacer sus hobbies preferidos. Gastón era sensible, Pedro era comprensivo. Gastón era intelectual, Pedro era deportista y artista. Gastón era rubio de ojos celeste, pero Pedro tenía mejor cuerpo y mejores facciones. El mismo defecto: ganadores a su manera, chancheros, chamulleros y mujeriegos. Algo que solo hacia empeorar mas las cosas, porque ella a pesar de elegir con quien quedarse, sabia que no se animaría a mas que una relación sin titulo por eso verano ya que los dos tenían atribuciones de chicos que no eran fieles.
Mariana suspiro hondamente y luego se removió en su cama para dormirse, tanto pensar no le hacia bien y mañana seria un largo día.
Cabaña Nº5- 7.30
Mariana se levanto gritando, y llorando. Escucho que alguien subía a toda prisa la escalera y abría la puerta de su pieza. Ella giro la cabeza para ver quien era. Pedro. Suspiro aliviada y llevo sus manos a sus ojos, los tenía húmedos comprobó.
Pedro se acerco a su cama y se sentó al lado suyo con cara de preocupado y llevo sus yema del dedo a sus ojos para secarle de sus lagrimas.
- ¿Qué te pasa linda?- preguntó con cara de perrito mojado.
- Tuve… una pesadilla.- contesto nerviosa Mariana.
- ¿Que soñaste?- interrogo el besando su mejilla.
- Que caminábamos por el bosque, y pisaste algo y te caíste a un pozo, después te rescataban pero estabas muy lastimado y estabas muriendo.- contó llorando.- Parecía tan real, te juro que mi dolor aun lo siento solo al pensar que te pudo pasar algo.- Pedro sintió su corazón latir, ella estaba llorando por el. Eso significaba que lo quería. Sonrió y la abrazo.
- Sos tan tierna, eso es una de las cosas de porque me gustas tanto.- dijo besando sus labios.- Mariana elegime a mi, te quiero.- pronunció tiernamente y Lali sonrió.
- Definitivamente.- dijo ella y lo beso en la boca. El la beso tiernamente, mientras acariciaba su espalda. Ella enredo sus manos en el pelo de él, y los acariciaban. Estuvieron besándose, hasta que el quiso profundizar el beso pero ella lo aparto.
- No mientras haya algo todavía con Gastón.- recordó y le sonrió traviesamente.
- Pero si ya me elegiste a mí.- reprocho Peter frunciendo el ceño.
- Si, pero el todavía ni siquiera sabe que vos me gustas…
- ¿Espera que dijiste?-
- Que el no se que vos me gustas.-
- Deci lo ultimo solamente.
- Me gustas.- Pedro sonrió abiertamente y no pudo esconder su alegría, no hizo caso lo que le dijo anteriormente Mariana y la agarro de su nuca y pego sus labios en forma bruta. La besaba con pasión y su corazón latía a mil por hora, estaba feliz y nadie podía arruinarlo, excepto ella, la única dueña de su corazón.
domingo, 23 de agosto de 2009
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